Contabilizado el 99,47% de los votos, Boric obtuvo el 55,86% de los sufragios.
Con este contundente triunfo, se convierte a sus 35 años en el presidente más joven en la historia de Chile, tras una ascendente carrera política que se inició como dirigente estudiantil en 2011 y luego como diputado por dos periodos, a los 27 años, en 2014.
En su primer discurso como mandatario electo, ante unos 100.000 adherentes, de acuerdo a su comando, y sobre un estrado al que se subió junto a sus padres, dos hermanos y su pareja, prometió avanzar en «expandir los derechos sociales» pero con «responsabilidad fiscal».
«Lo haremos cuidando nuestra macroeconomía», agregó el presidente electo, que en su programa promete una reforma fiscal para recaudar un 5% adicional del PIB que inquieta a sus detractores.
«Lo haremos bien ya que aquello permitirá mejorar las pensiones y la salud sin que posteriormente tengamos que retroceder», agregó.
Bajo la coalición Apruebo Dignidad -que reúne al Frente Amplio y al Partido Comunista-, logró en la primera vuelta el 25,8% de los votos. De cara a la segunda vuelta, Boric consiguió agrupar bajo su candidatura a toda la centro-izquierda una vez que moderó su propuesta, sobre todo la económica.
Inicialmente su programa, que busca asegurar un plan universal de salud y terminar con las privadas administradoras de fondos de pensiones (AFP), establecía una reforma tributaria que recaudaría el 8% del PIB, la que luego rebajó a un 5%.
«Estoy muy emocionada. Es una lucha que viene desde hace muchos años, de nuestros padres y de nuestros abuelos», dijo a la AFP Daniela, una barista de 27 años que no dio su apellido.
«Me siento bien, porque van a haber muchos cambios que van a ayudar a la clase trabajadora», afirmó por su parte Luis Astorga, que trabaja en la construcción y celebraba en el centro de Santiago el triunfo del candidato izquierdista.
Participación histórica
El izquierdista ganó en una jornada en que se registró una participación histórica, del 55,4%, la más alta desde la instauración del voto voluntario en 2012, según el Servicio Electoral.
«Hemos incorporado al parecer bastante personas que no habían votado anteriormente y también mucha gente joven, eso es muy importante para la robustez del proceso democrático hacia adelante», dijo a la AFP el politólogo Marcelo Mella, de la Universidad de Santiago de Chile.
Inmediatamente tras los primeros resultados, automovilistas hicieron sonar sus bocinas y miles de personas se reunieron sobre la avenida Alameda, la principal arteria de la capital chilena.
Antes de que el servicio electoral confirmara el triunfo de Boric, Kast reconoció la derrota en Twitter.
«Acabo de hablar con @gabrielboric y lo he felicitado por su gran triunfo. Desde hoy es el presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva. Chile siempre está primero», escribió Kast, un abogado de 55 años opuesto al aborto y al matrimonio igualitario.
Presidente austral
Nacido en la austral ciudad de Punta Arenas, a unos 3.000 km al sur de Santiago, la propuesta de Boric de avanzar hacia un Estado de bienestar se impuso al proyecto de orden y continuidad neoliberal de Kast.
Diputado y exlíder estudiantil, tiene la edad mínima para postular a la Presidencia en Chile.
«Somos nuevas generaciones que entran a la política con las manos limpias, el corazón caliente pero con la cabeza fría», afirmó Boric tras emitir su voto en Punta Arenas.
Su propuesta estaba en las antípodas de Kast, que buscaba mantener los pilares del sistema neoliberal impuesto por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Triunfo ante giro
Chile atraviesa profundos cambios desde 2019, cuando surgieron multitudinarias protestas -algunas muy violentas- en reclamo de una mayor igualdad y derechos sociales.
El denominado «estallido social» desencadenó un proceso para redactar una nueva Constitución en reemplazo de la promulgada durante la dictadura de Pinochet.
La Convención que redacta el nuevo texto, dominada por representantes de izquierda, debería concluir su trabajo a mediados del próximo año, bajo la mirada del nuevo mandatario.
Nunca antes desde el retorno a la democracia, en 1990, se enfrentaron en un balotaje candidatos que no pertenecen ni a la antigua Concertación de partidos de centro-izquierda ni a la alianza derechista.
En un día de primavera austral, con una máxima de 35 grados Celsius, se registraron grandes aglomeraciones en los paraderos del transporte público, sobre todo en la mañana, cuando muchos se adelantaron a ir a votar para evitar las altas temperaturas y no encontraron buses.